La gripe es una infección
producida por un virus. Se caracteriza por fiebre elevada, que suele
durar entre 3 y 7 días, acompañada de dolor muscular y de cabeza,
malestar general, cansancio, tos seca, falta de apetito y dolor al
tragar.
La mitad de las infecciones de las vías respiratorias son
producidas por virus, del tipo de la gripe, por lo que no se solucionan
con tratamiento antibiótico, que solo es útil si la infección la
producen bacterias.
Por lo que respecta a España, se infectan cada año de gripe entre 3
y 3,5 millones de personas, lo que hace que se considere una epidemia.
La infección por el virus de la gripe es más frecuente en niños y en
mayores de 64 años, y predomina en los meses fríos.
En caso de gripe:
- No utilizar antibióticos.
- Combatir los síntomas: el dolor muscular y de cabeza con analgésicos, la fiebre con antipiréticos, la congestión nasal con descongestionantes, el exceso de mucosidad con mucolíticos y expectorantes y la tos, con antitusivos.
- Reposo.
- Beber líquido abundante.
- Acudir al médico en caso de cualquier complicación.
- Evitar el consumo de tabaco.
- Humidificar el ambiente.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Combatir los síntomas: el dolor muscular y de cabeza con analgésicos, la fiebre con antipiréticos, la congestión nasal con descongestionantes, el exceso de mucosidad con mucolíticos y expectorantes y la tos, con antitusivos.
- Reposo.
- Beber líquido abundante.
- Acudir al médico en caso de cualquier complicación.
- Evitar el consumo de tabaco.
- Humidificar el ambiente.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
La vacunación antigripal es la mejor herramienta para prevenir la
gripe. Se recomienda su administración durante los meses de Septiembre y
Octubre. Una vez administrada la vacuna, la protección eficaz comienza
después de 7- 10 días y dura hasta 6 meses, lo que hace necesaria la
vacunación anual.
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